¿Es posible que un hogar para una familia de cuatro personas sea tan eficiente que genere más energía de la que consume? Desde hace algunos días la respuesta es “Sí”.
Ya existe la primera “casa activa” del mundo, situada en el barrio de Lystrup, en los alrededores de Arhus, la segunda ciudad más importante de Dinamarca.
Se trata de la primera casa de un grupo de ocho que el conglomerado VKS (http://www.vkr-holding.dk/), que, entre otras cosas, comercializa vidrio mediante la empresa Velfac (http://www.velfac.com/), está construyendo en distintas partes de Europa. Las casas, como es lógico, poseen un gran contenido de este material. Pero mucho más lejos de los intereses de la propia compañía, lo curioso del planteamiento de estos hogares es que van más allá del concepto de “casas pasivas”, que se viene implementando en algunos países de Europa desde finales de los años 80. Mientras que las casas pasivas simplemente generan la energía que necesitan, las activas consumen menos de lo que generan, volcando ese exceso en la matriz energética de la ciudad. ¿Qué quiere decir todo esto? Pues nada más y nada menos que si existieran numerosas casas activas en una ciudad, el costo del suministro de energía disminuiría notablemente.
Pero… ¿Cómo consiguen estos hogares generar la energía? El prototipo construido cuenta con 50 metros cuadrados de células solares que producen electricidad y calor para el piso radiante (cuando no hay sol se activa un generador eléctrico). Además, dispone de un sistema de triple vidriado hermético para lograr un buen aislamiento. Las ventanas, por su parte, son controladas a través de computadoras que regulan la temperatura interior. De esta manera, si son abiertas cuando no se debe, se cierran en el plazo de una hora.
Esta tecnología permite que la casa pueda pasar aproximadamente ocho meses al año volcando el exceso de energía a la matriz de la ciudad, aunque luego en invierno deberá adquirirla (de fuentes renovables, por supuesto). A pesar de este pequeño inconveniente, la ecuación sigue resultando positiva. Conforme a los cálculos de los diseñadores, dentro de 30 años el exceso de energía limpia generado por la casa compensará el costo energético de haberla construido.
La familia que vivirá en la primera “casa activa” está formada por un matrimonio con dos hijos de ocho y seis años de edad. Contarán con todas las comodidades de una casa normal, entre ellas dos televisores de pantalla plana y una lavadora, aunque se vieron obligados a desistir de la idea de tener una secadora de ropa para ahorrar energía. A pesar de que los integrantes de esta familia nunca se preocuparon en exceso por los problemas medioambientales, prometieron realizar anotaciones en un diario durante los 12 meses que habiten el hogar.
The Guardian informó que el costo de fabricación de esta casa rondó los 800 mil dólares, aunque los responsables del proyecto aseguran que se trata de la versión “Rolls Royce” del concepto y que si fuera pensada como un producto comercial, podría valer lo mismo que una casa de tres habitaciones normal. "No estamos construyendo casas, estamos construyendo una idea", mantienen los responsables de la iniciativa.
Aunque parezca un sueño lejano, la casa activa puede convertirse en el hogar estándar del futuro. Prototipos como éste demuestran el ingenio del hombre a la hora de adaptarse a las necesidades de su tiempo.
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